miércoles, 6 de abril de 2011

¿Queremos un Bachillerato de Excelencia?

Esperanza Aguirre, presidenta del PP de la Comunidad de Madrid, anunció ayer que, si gana las elecciones autonómicas, esta comunidad contará con un Bachillerato de Excelencia, es decir un Bachillerato al que irán los alumnos cuya nota media sea de 8. Este blog está planteado no solo para informar sobre las actividades del IES Europa sino para opinar sobre educación, para debatir si es posible, para exponer temas de actualidad. Así que desde aquí queremos saber qué piensan los padres y madres y los profesores de esta propuesta de Esperanza Aguirre.

Para que vean que desde este blog también nos implicamos, voy a hacer a mi nombre, Carmen González, como una de las autoras del mismo, un comentario al respecto e invito al resto a que se sumen porque a todos nos importa la educación de nuestros hijos e hijas.

"No sé si este anuncio de Esperanza Aguirre es una nueva propuesta electoral que se quedará en el olvido una vez que pasen las elecciones. Lo cierto es que ha provocado que hoy en los medios sea noticia de primera y esté en todas las tertulias de radio desde esta mañana. Personalmente, no quiero un bachillerato de excelencia para mi hijo, ni un bachillerato ni nada. Quiero un Bachillerato, una ESO, una Escuela Primaria y una Escuela Infantil donde esté representado el mundo, lo que hay en la calle.
La propuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid parte de crear un Bachillerato que seleccionará a los alumnos por las notas (8).Y me pregunto ¿desde cuándo las notas son la prueba básica de que te va a ir bien en el trabajo, en la vida? ¿Desde cuándo un alumno brillante tiene asegurado ser un buen profesional? Tengo amigas que superaron por los pelos la EGB (por los pelos y por la compasión de algún que otro profesor) y hoy son profesionales que han prosperado en sus negocios gracias a su creatividad, inteligencia y buen hacer. Y he tenido otras compañeros/as, con una inteligencia superior o, mejor dicho, con una capacidad superior de adquirir conocimientos, que dejaron la carrera el primer año porque no han sido capaces de soportar las trabas que te pone la vida y que tienes que resolver fuera del contexto familiar.
He tenido compañeras/os más "canallas" y más brillantes que yo y todos me han aportado algo. El compañero brillante me ha motivado para seguir estudiando y el "canalla" (término utilizado en el mejor sentido de la palabra) me ha enseñado la importancia de echarle un vistazo de vez en cuando a la vida y no solo a los libros.
¿Dónde quedará la escuela inclusiva por la que estamos luchando desde hace unos años? No, no quiero que con mis impuestos se pague ninguna excelencia. Quiero, deseo, que se invierta en hacer progresar al alumno con dificultades (ya saben, el buen educador no da a nadie por perdido) y en motivar al alumno que no las tiene para que no se duerma. Quiero que mi hijo tenga alrededor al alumno "canalla" que, seguramente, le hará reír porque no entiende cómo le va a dar tiempo en una hora de hallar una suma infinita o lo hará pensar por sus cualidades humanas y su valentía. Y si él se vuelve un "canalla" necesito que tenga a su lado a un alumno brillante para que aprenda a través de su inteligencia. Como diría Claudio, uno de los padres más colaboradores que he conocido, ¿quién no tiene una discapacidad?
Esto es posible porque yo he experimentado ambas cosas. Como todo es relativo en esta vida, para mi amiga Irene fui (aún soy) su amiga inteligente, trabajadora, un ejemplo a seguir; ella superó todos los obtáculos y ahora escribe como los ángeles. Y para mi amiga Reme fui la amiga y compañera con el sentido matemático extirpado y a la que tuvo que explicarle que la x era algo más que la antepenúltima palabra del alfabeto. A las dos le debo mucho, las dos me enseñaron algo, espero que yo a ellas también.
Por eso quiero para mi hijo lo mismo. Quiero valores y habilidades sociales, no solo conocimientos; quiero que conozca a profesores buenos y malos para que sepa que, aprender, depende más de él mismo que de nadie. Además quiero que él lo quiera y, conociéndolo, dudo de que prefiera aprender apartado de sus amigos porque, se quede en la excelencia o no, la propuesta de la señora Aguirre implicará dejar en el camino parte de su vida actual. Ésto lo hará cuando lo considere oportuno y según ruede su vida.
Sé que el sistema actual no es perfecto, por eso no quiero que se gaste energía y dinero en potenciar lo imperfecto sino en cambiarlo para que funcione. Porque esos alumnos del 8 de media acaban la Unversidad cum laude y no son capaces de redactar una carta de presentación para una oferta de trabajo. Desde que mis hijos son pequeños sorteo las imperfecciones del sistema como puedo, con más voluntad quizás que conocimientos. Pero prefiero esforzarme antes de que cualquier niño se quede atrás porque desde el principio el sistema lo excluya por una media de 8.
¿Por qué los políticos hacen tantos esfuerzos en seguir el camino contrario de lo que proponen los profesionales? Las nuevas corrientes de la enseñanza proponen una escuela en la que se estimulen las capacidades de cada niño, "las inteligencias", porque cada niño viene dotado para algo (veáse la entrada dedicada al vídeo de Eduardo Punset). Esta fórmula acabaría con el anacronismo en el que el sistema actual está sumergido y, quizás, con el alto elevado porcentaje de fracaso escolar.
Tengo la impresión de que con la propuesta de la señora Aguirre no se conseguirá otra cosa que intensificar las desigualdades partiendo de unas competencias que se basan, principalmente, en matemáticas y lengua, excluyendo al alumno que vaya justo en ambas materias y, sin embargo, sea un gimnasta nato, una promesa dibujando o un manitas en tecnología.
Si de verdad es un premio al esfuerzo, me gustaría que ese premio se tradujera en ampliar los recursos de la enseñanza pública, en incentivar al profesorado y pensar en la forma de reducir el trabajo burocrático que casi no les deja tiempo de preparar las clases, en dotar de material y de nuevas tecnologías a los centros.
Creo, pero es solo mi opinión, que ésto sí sería la Excelencia".

domingo, 3 de abril de 2011

El escritor y dramaturgo, Alfonso Zurro, en el IES Europa

El escritor-dramaturgo Alfonso Zurro estuvo esta semana en el IES Europa con los alumnos de 4º de la ESO en una charla sobre el libro (obra de teatro) La cajita de música. Esta obra la han trabajado en la clase de Lengua y Literatura con la profesora Mar Rodríguez.

Durante la charla, el autor habló de la obra y contestó a las preguntas preparadas por los alumnos que se interesaron, entre otras cosas, por la elección del nombre de los personajes. Alfonso Zurro dijo que los jóvenes ahora necesitan obras en las que se les hable sobre la realidad, sobre la sociedad actual y "no solo oír lo que deben o no deben hacer porque es lo mismo que les dicen en todos los lugares, en el instituto, en su casa". También comentó que durante la elaboración de esta obra tuvo que eliminar algunas palabras porque los editores no las consideraba apropiadas para su lectura por parte de jóvenes.

Alfonso Zurro nació en Salamanca (1953) aunque profesionalmente siempre ha estado vinculado a Sevilla, desde donde desarrolla su trabajo como autor y director de escena. Ha realizado dramaturgias sobre textos de Ghelderode, Weiss, Handke, Baroja, Lorca... Como autor, de sus obras estrenadas, destacan: “Farsas Maravillosas”, “Por narices”, “Bufonerías”, “Quién mal anda”, “A solas con Marilyn”, “El extraordinario vuelo de los ángeles”. Algunas de las cuales han sido traducidas, publicadas y representadas en francés, inglés, rumano, catalán..., así como en diversos países de Sudamérica.

Siendo más de treinta las puestas en escena que ha dirigido, cabría mencionar: “Mockinpott” de Peter Weiss, “La casa de Bernarda Alba” de García Lorca, “Esperando a Godot” de Samuel Beckett, “La lección” de Eugène Ionesco, “Pasodoble” de Miguel Romero Esteo, “Los borrachos” de Antonio Álamo, “Tartufo” de Molière- Fernán Gómez. Y en el campo de la lírica, “La serva padrona” de G. B. Pergolesi, y “El rapto en el serrallo” de Mozart.

Entre sus premios, nombrar: “Premio Asociación de Directores de Escena de España, de Dirección”, por “Pasodoble”. Premio Ercilla al “Mejor Espectáculo”, por “Los borrachos”. Premio Baco al “Mejor Espectáculo Andaluz”, por “La casa de Bernarda Alba”. Premio al mejor texto en el FETEN (Feria Europea de Teatro para Niños y Jóvenes). Premio a la “Mejor Dirección” por “Mascarada Canalla”, en el Festival de Palma del Río. “I Premio Andaluz de Teatro Breve” por méritos en su obra.

Los alumnos del Instituto pudieron, el pasado viernes, disfrutar de su presencia.