Es una pena porque los alumnos, que llevan todo el trimestre ensayando en las clases de Música, se atrevieron hasta con el Carmina Burana, una colección de cantos goliardos de los siglos XII y XIII en latín bastante dificiles de cantar.
El concierto tuvo dos partes, la primera dedicada a estos cantos antiguos y la segunda con villancicos y canciones más actuales que trajeron con su espíritu la Navidad.
Es incomprensible que ni siquiera algún representante de las familias de estos alumnos/as estuviera presente porque todas han recibido una citación para recoger las notas junto con la información del día y horas del concierto. Seguro que hay mil excusas para no ir, todos/as tenemos tantas cosas que hacer que asistir a una de las actividades del centro seguro que está en el último lugar de la lista de quehaceres. Esta situación de la falta de interés ya no es una excepción, es la norma.
Menos comprensible aún si pensamos que en Primaria las familias acuden al centro en cada celebración. En la ESO nuestros hijos e hijas han crecido pero no han dejado de serlo.
Como dice una de las canciones que cantaron nuestros alumnos y alumnas:
"...Léeme la mano gitana
y dime si todavía
no está todo perdido
en este mundo de Dios.
Y dime buena mujer
si el tiempo va a romperme el corazón
y si seremos capaces de hacerlo aún peor.
Díme que sí por favor
que entraremos en razón
y viviremos la vida
tratando de ser mejor..."